“En medio de tantas noticias malas siempre hay cosas buenas. En todos lados tenemos soldados preparados para enfrentar esta guerra contra el Coronavirus”.
En tales términos se refirió la Gobernadora Elsa Noguera a los más de 100 valientes hombres y mujeres que trabajan, a toda marcha, de día y de noche en el proceso de recuperación, adecuación y mejoramiento de la infraestructura del Hospital Cari Alta Complejidad, que se prepara para una eventual contingencia que pudiera generarse por el COVID-19 en el Atlántico.
Personal de la Gobernación recorrió las instalaciones de la institución para constatar el avance de las obras que allí se adelantan, además de verificar el estado de las camas, los equipos biomédicos y la infraestructura en general y así determinar qué se requiere para dotar al centro asistencial para que entre en funcionamiento.
“Se está haciendo un gran trabajo, y en pocos días podremos ir habilitando algunos pisos. Es impresionante el compromiso de estas personas para terminar lo más pronto posible. Trabajan día y noche, con mucho rigor y con todo el compromiso”, destacó la mandataria.
Diego Armando Sánchez, quien tiene a su cargo un grupo de obreros, es consciente del significado de poner nuevamente al servicio uno de los más importantes centros de salud pública de la Región Caribe.
"Sabemos la situación que está afrontando el país y el mundo entero, y esto es un reto que tenemos todos, que nos puede servir para mí, para mí familia, para cualquiera de nosotros o cualquiera que nos esté escuchando", sostuvo Sánchez. El horario de trabajo de estas personas inicia a las 7 de la mañana, algunos regresan a sus casas pasadas las 7 de la noche. Otro grupo se queda sin parar, porque el tiempo no se detiene, como tampoco la propagación del virus, que parece no dar tregua.
"Es un compromiso que nace de cada uno, si queremos acabar con esto debemos poner cada uno nuestro granito de arena. De nada sirve que nosotros estemos aquí esforzándonos, tratando de adecuar un hospital, así como lo están haciendo otros colegas, de nada sirve, si cada uno no se compromete a cambiar esto", enfatizó Diego Sánchez.
Desde el sótano hasta el piso séptimo hay actividad permanente de recuperación de la planta física del hospital; en pisos, paredes, techos, puertas, ventanas, iluminación, aires acondicionados y en adecuaciones hidrosanitarias, para brindar un servicio de calidad a los eventuales pacientes.
El Cari es uno de los centros de salud escogidos en el Atlántico para esta emergencia y, según proyecciones del Ministerio de Salud, podría convertirse en un centro de referencia para la Región Caribe, al disponer de más de 240 camas.
De ellas 186 funcionarán en el área de hospitalización general y las restantes serán equipadas para la unidad de cuidados intensivos. El número podría aumentar si fuera necesario. Poco a poco el hospital Ese Cari cobra vida en medio de una situación de salud pública que le permitirá regresar fortalecido y salir victorioso.
Diego Sánchez agradece a Dios la oportunidad de formar parte de esta gran hazaña de recuperar el centro asistencial contrarreloj. "Esta es una prueba que nos está colocando Dios para salir adelante, para unirnos como familia, como país", asevera en tono esperanzador.