Con esta se busca llamar a la prevención para disminuir la ocurrencia de hechos por quemaduras con pólvora, en especial su incidencia en niños, niñas y adolescentes. “En estos casos se abrirá un proceso de restablecimiento de derechos, que luego de las respectivas verificaciones, puede culminar en amonestaciones pedagógicas o pecuniarias e incluso llegar hasta la pérdida de la patria potestad” aseguró Yolanda Ruiz Pinzón, directora (e) Regional del ICBF.
La funcionaria reiteró igualmente que las secuelas físicas y psicológicas que generan en los niños una quemadura por pólvora, son aún peores, ocasionando traumas, la pérdida por amputación de algún miembro e incluso la muerte.
“Es deber y obligación de los padres y cuidadores estar pendientes en todo momento de los niños. No existe excusa para dejarlos solos y mucho menos en esta temporada. Debemos evitar igualmente el consumo excesivo del alcohol que es un atenuante de los accidentes” puntualizó Ruiz Pinzón.
El Atlántico ya registra un niño quemado con pólvora antes de iniciar las fiestas decembrinas. Se trata de un niño de 10 años residente en el municipio de Polonuevo quien resultó con quemaduras de tercer grado, cuando jugaba con otros compañeros en un cumpleaños y cayó sobre un volcán prendido.
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