“Se quedaron cortos cuando hablaron de $40 mil millones. En 22 años de servicio como congresista son más de $400 mil millones los que he diligenciado para ejecutar obras importantes como vías terciarias, pavimentación urbana, canalización de arroyos, proyectos de vivienda, normalización eléctrica y alcantarillado en numerosos municipios del país, especialmente en la Costa Caribe. Ahí están los logros y realidades plasmados en los rincones más apartados de mi querida Colombia”, puntualizó el legislador atlanticense.

Cepeda, quien presidió multitudinarios cierres de campaña en Barranquilla y Sabanalarga, Atlántico, con su fórmula a la Cámara, Armando Zabaraín, con el número 101 en el tarjetón por el Partido Conservador, recordó que recientemente la organización Congreso Visible lo destacó como uno de los legisladores costeños con mayor número de iniciativas presentadas y aprobadas en la Corporación.

“Estoy acostumbrado a cumplir. Tengo una sede política abierta los 365 días del año para que ustedes me visiten y expresen sus opiniones y necesidades. La gran mayoría de los proyectos presentados por este servidor al Congreso que hoy son Ley de la República, han sido el resultado de escuchar a la comunidad. Ese es el insumo más grande que puede tener un legislador”, subrayó el senador Cepeda.

Por su parte, el representante Armando Zabaraín, hizo referencia a los proyectos que ha impulsado desde su célula legislativa que han beneficiado a los municipios de Baranoa, Campo de la Cruz, Candelaria, Galapa, Juan de Acosta, Luruaco, Manatí, Malambo, Palmar de Varela, Piojó, Ponedera, Puerto Colombia y Repelón, entre otros.

“Son recursos que hemos gestionado para los campesinos del Atlántico que se pueden verificar en cada una de estas poblaciones. Estamos hablando de dineros para la mitigación de riesgo del Embalse del Guájaro, ayudas a microempresarios, canales de drenaje, mejoramiento de viviendas, Banca de Oportunidades, mini distritos de riego, apoyo a pescadores, etc. Nuestro compromiso con la gente y gestión del desarrollo no se amedranta con señalamientos no fundamentados, concluyó Zabaraín.

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