En esta ocasión, ‘Totumoda’ fue más intermunicipal que de costumbre porque no solo hubo artesanos de Tubará sino que se unieron de otras poblaciones lo que da cuenta del avance que está teniendo este evento entre los atlanticenses.
El artesano de Baranoa, Edinson Cano Morales destacó el trabajo de sus colegas y sostuvo que la creatividad suya y la de sus colegas le ha permitido elaborar elementos de uso para la familia. “A ‘Totumoda’ no solo llevé accesorios como correas, collares y aretes sino también lámparas y demás artículos para el hogar que se hacen con totumo y que causan una inusitada curiosidad”, dijo.
El artesano tubareño, Adolfo Coll señaló que la sensación de este año fue el uso de las copas de los brazier que realzan los atributos femeninos. “Estamos demostrando que nuestras artesanías tienen un uso estético para el vestir porque con estas copas las mujeres no necesitan ni cirugías ni estar metiéndose implantes”, expresó el experimentado artesano que ha participado en todas las versiones de este encuentro de cultura, patrimonio y turismo.
Como parte de la nueva generación de artesanos fue presentado Luis Galindo quien señaló que la clave en el éxito que ha tenido es hacer mezclas que enriquecen lo artesanal con lo contemporáneo.
“Estoy renovando todo el trabajo que se venía haciendo y que por tradición teníamos en Tubará con elementos que dan vida a nuevas creaciones que han gustado mucho entre la gente”, destacó.
Varios de los organizadores tomaron atenta nota para que en la nueva versión de ‘Totomuda’ se incluyan otras actividades que refuercen este evento.
“Seguimos trabajando para consolidar a este Totumoda que cada vez más nos trae más satisfacciones porque vemos como los artesanos cada vez más se esperan por hacer se sus creaciones unas piezas únicas”, puntualizó la periodista y presidenta de la Fundación Cultural Rebeca Coll, Mónica Coll.
La secretaría del Interior de la Gobernación del Atlántico respaldó a Totumoda y de igual manera la Fundación Gases del Caribe aportó todo lo relacionado con el premio Cacique Morotoaba, al mejor diseño artesanal que ganó la soledeña Daneida Ortega. La estatuilla fue elaborada en madera por el escultor galapero, Rubiel Badillo.
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