Ante estas declaraciones, el Diputado manifestó: “Con hambre jamás habrá seguridad” y el problema de inseguridad no es de percepción ciudadana, es una realidad palpable, producto de la crítica situación social que se vive, y que está llevando al cierre de empresas, y donde ciudadanos pierden su vida.
El mes de agosto del 2021 cerró con 37 homicidios en Barranquilla. Y para cierre de septiembre en Barranquilla y su Área Metropolitana se registraron 69 homicidios, demostrándose una vez más que las acciones implementadas por el gobierno no están siendo 100 % efectivas.
En el caso de Barranquilla, entre enero y septiembre del 2021 se registraron 238 homicidios, mientras que, para el mismo periodo del 2020, se registraron 197. En el caso de hurtos en Barranquilla se registraron en el 2021: 5877 casos, mientras que en el 2020 se detectaron: 5517. Por lo tanto, desde la Asamblea solicite una sesión especial para un debate de control político sobre la inseguridad en Barranquilla y su Área Metropolitana., con la participación de los entes de control, afirmo Petro.
A su vez, ante las alarmantes cifras de inseguridad en Barranquilla y su Área Metropolitana, el Diputado Nicolás Petro Burgos, propone las siguientes estrategias como mecanismos que fortalecerán las acciones que buscan brindar seguridad real a la ciudadanía: accionar una política pública social que garantice mínimos vitales a la población más vulnerable. Mayor inversión en tecnología a la Fuerza Pública. Instalación masiva de cámaras de seguridad de última generación con reconocimiento facial articuladas con un centro de monitoreo. Aumentar el pie de fuerza en inteligencia e investigación criminal para que se hagan con mayor eficacia las operaciones encubiertas en los barrios y municipios.
Por otra parte, el Diputado Nicolás expreso: “hago un llamado a las autoridades a proteger a los jóvenes, teniendo en cuenta que bandas criminales, se están aprovechando de la crisis económica, para convencer y reclutar a jóvenes entre 20 a 25 años, para que sean sicarios y cobradores de extorsión. Ante la ausencia del Estado en muchas comunidades, estamos perdiendo generaciones de jóvenes.