En una ceremonia del 11 al 18 de noviembre, los familiares de estas víctimas recibirán del Estado colombiano las estructuras óseas, científicamente identificadas, de sus seres queridos. Corresponden a 78 personas que murieron en la masacre de Bojayá ocurrida el 2 de mayo de 2002, cuando el municipio chocoano fue conmocionado por la explosión de una pipeta lanzada por las Farc en medio de combates con los paramilitares.