Aunque los operativos se iniciaron hace un mes, incluyendo jornadas de capacitación en manipulación de alimentos y educación sanitaria, así como la toma de muestras de pescado y mariscos para evitar enfermedades transmitidas por alimentos, esta semana los técnicos de salud ambiental están trabajando también en las entradas y salidas de la ciudad para vigilar la llegada de alimentos crudos y procesados.
Las acciones de control incluyen vigilancia al almacenamiento y refrigeración de los productos de pesca, las condiciones higiénico-sanitarias del establecimiento, manejo adecuado de aguas y residuos sólidos y que el personal que se encarga de vender o manipular los alimentos tenga uniforme o bata. Y si son productos procedentes del exterior y empacados, que tengan el registro sanitario de importación.
“Hasta ahora en las pescaderías y establecimientos visitados hemos visto que han mejorado sus condiciones sanitarias y les seguimos insistiendo en mantener la cadena de frío de los alimentos; y en cuanto a los productos enlatados es importante que la comunidad verifique que tengan su registro sanitario y fechas de vencimiento vigentes”, anotó la secretaria de Salud Distrital, Alma Solano Sánchez.
Para evitar enfermedades transmitidas por alimentos, la secretaría de Salud Distrital recomienda:
Pescado crudo y mariscos
Con relación al pescado crudo se debe tener en cuenta lo siguiente:
• El pescado en estado fresco se distingue por sus ojos salientes y brillantes.
• El aspecto firme y brillante de su piel debe verse húmedo, firme al tacto y con sus escamas bien pegadas al cuerpo.
• Sus agallas deben ser rojas, húmedas y sin olor desagradable.
• Al levantar la aleta dorsal con el dedo, esta debe ejercer una presión contraria.
• Al presionar la piel con el dedo y retirarlo, esta debe retomar la posición inicial en corto tiempo.
• No debe presentar espinas sobresalientes.
• Los pescados frescos deben mantenerse en refrigeración hasta el momento de su cocción.