El primer caso corresponde a una menor de once años de Guaimaral, Tubará, atendida, de manera preliminar, en el hospital de Galapa y posteriormente fue remitida a la clínica Portoazul, en Puerto Colombia, por presentar hematoma en la córnea del ojo izquierdo.
El segundo menor reportado presenta quemaduras de primer y segundo grado en una mano, el informe médico determinó que no reviste mayor gravedad. El niño tiene nueve años de edad, es de nacionalidad venezolana y reside en el municipio de Suan.
El secretario de Salud del Atlántico, Armando De la Hoz Berdugo, manifestó que, no obstante, todo el trabajo de información, educación y comunicación que se ha realizado por parte de la Administración Departamental, las personas insisten en adquirir pólvora y permitir que los niños la manipulen.
“Nuestro único deseo es que no haya niños con secuelas permanentes y traumas que los discapaciten, ellos merecen vivir una vida plena, sin ningún tipo de restricciones de salud y hacemos responsables a los padres que les facilitan el acceso a los artefactos pirotécnicos que claramente conllevan a ese tipo de situaciones", dijo De la Hoz Berdugo.
El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, lamentó el reporte de los dos menores quemados con pólvora e hizo un llamado a las autoridades departamentales para que refuercen el trabajo interinstitucional y a los padres de familia a estar muy atentos de sus hijos y no facilitarles el uso de la pólvora.
“Es muy importante que todos tengamos conciencia de las graves consecuencias que trae el uso de la pólvora, afecta a grandes y niños, una sola chispa de esos juegos pirotécnicos en el ojo de una persona le puede acarrar la pérdida de la visión y si los menores, en un descuido, consumen pólvora se ven expuestos a una intoxicación que puede generar en graves resultados, por ello, las autoridades hacen su trabajo pero los padres de familia deben ser muy cuidadosos con sus hijos. Queremos una Navidad segura y en paz para todos”, puntualizó Verano De la Rosa.
El Secretario de Salud Departamental indicó que en el marco de la campaña que lidera la Gobernación del Atlántico para evitar el uso de la pólvora y accidentes que lamentar como los ocurridos en Tubará y Suan, se está trabajando de manera intersectorial con la Policía Nacional, la Defensoría del Pueblo y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para hacer valer los derechos de los niños cuya integridad física es vulnerada por la irresponsabilidad de padres y adultos cuidadores.
“Un aspecto que ha llamado la atención de las autoridades departamentales es que algunos casos de quemados no son reportados en diciembre sino en enero del año siguiente. Se presume que esto se debe a que las personas temen acudir a los centros de salud y hospitales municipales cuando se queman por los controles e implicaciones legales que esto acarrea y deciden tratar las quemaduras en casa lo que ocasiona que la herida empeore y genere daños irreversibles", precisó De la Hoz.
El funcionario expresó finalmente que las autoridades departamentales confían que estos actos contra la integridad física de niños y adultos decrezcan en lo que queda de estas fiestas decembrinas y no se presenten más hechos que lamentar.
Las estadísticas muestran que durante el año 2014 no se presentaron menores quemados en el Atlántico mientras que en 2015 se registraron 4 menores comprometidos en accidentes con pólvora.
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