Vestidos de negro y en silencio, los manifestantes protestaron por las víctimas de las violaciones a los derechos humanos (DD.HH.), producto de la represión de los Carabineros (policía).
Un contingente policial atacó con gases a indígenas que provenían de distintas provincias del país para realizar una vigilia, en la Plaza Murillo, en rechazo al golpe de Estado.