Sin embargo, es claro que las cooperativas no sólo jugarán un papel protagónico en la nueva realidad colombiana, sino que lo han venido haciendo de manera contundente aunque, en muchos casos, silenciosa.
“Las cooperativas son actores esenciales de la economía, continúan consolidando su presencia en todos los sectores económicos, estando siempre comprometidas con el desarrollo local y con el bienestar de las personas”, afirma el Dr. Fabio Chavarro, Gerente Corporativo del Grupo Juriscoop.
Tanto es así que en Colombia hay cooperativas repartidas en los 32 departamentos del país, con más de siete millones de asociados, según los datos ofrecidos por Confecoop.
Esta robustez del sector no pasa desapercibida para el Gobierno quien deberá “apostar por esta economía incluyente con una política pública coherente. No se deben crear cooperativas por crear, es mejor fortalecer las que ya existen, al igual que las mutuales y los fondos de empleados” asegura Darío Castillo, Director Ejecutivo de Unicosol y Consejero Nacional de Planeación.
Este modelo económico forma parte de las “otras” economías que se están abriendo paso tanto en Colombia como en el mundo. “El procomún colaborativo consiste en pasar de la importancia que se le da a la propiedad sobre las cosas hacia la importancia del servicio o la utilidad de esas cosas”, aclara el Gerente Corporativo del Grupo Juriscoop.
Además, la estructura participativa de gestión de las cooperativas es una escuela de dirigentes y emprendedores, generando un capital social y humano con conocimiento, responsabilidad, y crítico para el desarrollo socio económico inclusivo y sustentable.
“Colombia debe aprovechar así todo el potencial de su otra economía principal, la Economía Solidaria, que ha demostrado siempre su aportación y solidez al panorama nacional” afirma el Dr. Chavarro. Organizaciones como Colanta, Coomeva o el Grupo Juriscoop muestran esta fortaleza y estabilidad. Más de 36 años de recorrido ha tenido este último, 35.000 asociados, más de 70.000 clientes y un respaldo patrimonial a través de capital social de sus asociados de más de 235.000 millones de pesos, lo que lo convierten en uno de los grupos empresariales más importantes del país y uno de los grupos cooperativos más grandes de Colombia.
La evidencia le ha demostrado a Colombia que hay cooperativas rurales, de comercialización, de producción, incluso cooperativas que financian esa producción y esa comercialización, que han creado una dinámica económica, productiva y de empleo, incluso en las zonas más apartadas del país, para finalmente conseguir el desarrollo local, regional y social necesario para el país.
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