Casi como un recuento de prensa, Ávila explicó los inicios de la reciente crisis, las medidas que se tomaron para enfrentarla, los efectos posteriores y los visos de su posible superación. Paradójicamente en Europa es donde más se han sentido los efectos de la crisis, aunque el origen se encuentra en el estallido de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos.
"Estados Unidos ya está en la senda de la recuperación económica. El ejemplo más claro es una tasa de desempleo de 5,5% y un crecimiento esperado para este año del 3%, lo que le permite a ese país mirar el futuro con relativa confianza. Mientras en la Unión Europea todavía no se han alcanzado los niveles de producción que existían antes de la crisis (finales de 2007)", señaló Ávila.
Las razones de esto se explican en el hecho de que en Europa, además del endeudamiento de los hogares —por los créditos de vivienda— en Estados Unidos, había deudas soberanas de los países europeos, por ejemplo Grecia, una economía de 11 millones de personas, tenía una deuda de más de 300 mil millones de dólares.
"Por cuenta de la crisis de la deuda, el mundo llegó a estar en problemas. Parte de esos nubarrones se han despejado pero lo cierto es que las secuelas están ahí", dijo Ávila. Aunque algunos sugirieron sacar de la zona euro a los países más endeudados, esto hubiera significaría una crisis social del proyecto de integración continental. Entonces se decidió tomar medidas para cambiar los patrones de gasto de estos países y así pagar las deudas. Hecho que se reflejó en recortes presupuestales, más impuestos para la gente y privatización.
Gracias a estas medidas y al buen cumplimiento de los países afectados, desde el punto de vista económico, según Ávila, técnicamente Europa ha salido de la recesión. "Ha tenido trimestres de crecimiento económico positivo, no obstante el punto de partida para muchos países está todavía lejano. En el caso concreto de Grecia, la economía griega hoy es 25% más pequeña de lo que era en el 2007. La economía española es 10% más pequeña y la economía italiana 9% más pequeña", agregó
Si bien se han comenzado a ver síntomas de que las cosas están mejorando, todavía es a un ritmo bastante mediocre. Para este año, el crecimiento promedio de las economías europeas está proyectado en 1,3%, y para solo los países de la zona euro la proyección es de 0,7%; niveles muy por debajo de sus promedios históricos.
En medio de todo este proceso de dejar atrás la crisis, Europa ha presentado cambios importantes, sobre todo en la dinámica política. "Ha habido un empobrecimiento que ha generado todo un debate sobre el balance adecuado entre la austeridad y las posibilidades de que las economías vuelvan a crecer", señaló Ávila.
Este debate ha ocasionado cambios importantes en la política: países donde antes regía la derecha hoy el poder lo tiene la izquierda y viceversa. La ciudadanía está descontenta por el liderazgo y porque los cambios no se ven. Grecia es ejemplo de esto, donde el pasado mes de enero Alexis Tsipras, líder de la izquierda radical de ese país, fue elegido primer ministro con un programa de política en contra de la austeridad.
Hoya la situación de Europa le preocupa a todo el mundo, pues todo en la economía global. Según Ávila, si a Europa le va mal es probable que a Colombia también le empiece a ir mal. "Para Colombia la recuperación de Europa importa mucho, no solo por los vínculos históricos, sino también por las relaciones económicas: mirado en su conjunto los países de la Unión Europea constituyen nuestro segundo socio comercial, aún por encima de China".
Adicionalmente, hay que tener en cuenta que la Unión Europea es para el país una fuente de inversión extranjera, fuente de crédito, donde las instituciones europeas públicas y privadas son un factor absolutamente fundamental.
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