Si el mes de diciembre es temido por muchos debido a los múltiples gastos, quizás enero y febrero aún sean más complicados, financieramente hablando. Muchas de las compras que se hacen en los últimos días del año deben pagarse durante los meses siguientes, convirtiéndose en un gasto más junto a los cotidianos como el arriendo, el mercado, la cuota del colegio, indumentaria, servicios, entre otros muchos.