Gracias a un acuerdo de cooperación suscrito entre la Unidad para las Víctimas y el Banco Mundial, el Gobierno Nacional logró financiar la reparación de 8.000 personas del país en forma directa y otras 88.000 de manera indirecta, con una inversión de 4.7 millones de dólares que beneficia a 55 comunidades étnicas y no étnicas.