Este martes 31 de diciembre, último día del año 2019, continúa en Francia las protestas en contra del proyecto de reformas del sistema de pensiones impulsadas por el gobierno de Emmanuel Macron, en la vigésimo séptima jornada de huelga popular. Según anunciaron los servicios de la presidencia la víspera, el presidente no atenderá detalles de la reforma durante la tradicional felicitación por el nuevo año. Igualmente aseguraron que el mandatario insistirá en su voluntad de seguir adelante con la legislación, quien solicitó a los franceses que resistan a la tentación de inmovilismo, mientras dijo que no desea ningún tipo de enfrentamiento.

La negativa del Ejecutivo de no prestar oídos a los reclamos del pueblo ha hecho que los sindicatos enpresen su decisión de mantenerse firmes en sus reclamos, y sectores como el químico anunciaron que bloquearán las instalaciones petroleras del 7 al 10 de enero del próximo año como una forma de presionar al gobierno. A la huelga se ha unido la prestigiosa Ópera de París, con un concierto este martes en la calle, a las afueras de la sede de esa institución, como señal de protesta por dicha reforma, justo una semana después de que las bailarinas rodearan el exterior del recinto representando un fragmento de la mundialmente conocida pieza “El Lago de los Cisnes”.

La actuación de los músicos denuncia ante la sede de la Ópera en la plaza de la Bastilla que el Ejecutivo impone la reforma haciendo un "teatro" con las negociaciones. Los huelguistas también interpretaron extractos de obras de Hector Berlioz y el "Romeo y Julieta" de Serguéi Prokófiev, y culminaron la presentación entonando el himno nacional francés, "La Marsellesa”, al tiempo que portaban carteles en los que podía leerse: "Nos negamos a entrar en la parodia de las negociaciones". De este modo, la Ópera de París se declaraba en huelga, con un enorme cartel colgado ante el moderno edificio de la Ópera de la Bastilla.

Esta actitud se debe a que el régimen especial del que gozan los integrantes de la importante institución cultural es uno de los más antiguos de Francia, y tanto sus integrantes como los de la Comedia Francesa se benefician de un sistema particular concedido por el rey Luis XIV en 1698, que permite a los bailarines jubilarse a los 42 años y los músicos cumplidos los sesenta. Varios de sus trabajadores, en especial los bailarines, ya se encuentran en huelga desde hace dos semanas, por lo que se han cancelado más de 50 presentaciones, con pérdidas por encima de los 8 millones de euros (9 millones de dólares) hasta la semana pasada.

Telesur