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31
October

Por qué los levantamientos populares en Chile y Ecuador? Que pasa con Colombia?

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Published in Internacionales

Por: Guillermo Cardona Moreno

Nunca, en su historia había existido una movilización tan grande y decidida en Chile como la del 25 de Octubre de 2019 con más de un millón trescientas mil personas en Santiago, rompiendo todos los miedos contra la dictadura y no obstante el Toque de Queda. Para comprender un poco el contexto histórico de este fenómeno, podríamos repasar rápidamente el surgimiento del neoliberalismo en América Latina y en el Mundo en que Chile a partir de Pinochet fue un laboratorio experimental predilecto.

La toma violenta del poder por los militares, coincide con la emergencia de las teorías económicas de Milton Friedman, (Economista norteamericano, Milton Friedman (Nueva York, 31 de julio de 1912-San Francisco, 16 de noviembre de 2006) contra la intervención del Estado en la economía, las privatizaciones y la total liberalización de los mercados, versus el modelo vigente hasta el momento de Estado del Bienestar (John Maynard Keynes (5 de junio de 1883 – 21 de abril de 1946) fue un economista británico). Los neoliberales se apoyaron en la crisis económica de comienzos de los setenta para atribuir la responsabilidad al modelo Keynesiano y posicionar sus tesis.

La dictadura de Pinochet que necesitaba respaldo incondicional de los Estados Unidos y del gran capital internacional, se apoyó en los los llamados Chicagos Boys y el Consenso de Washington como punta de lanza para eliminar los servicios públicos y sociales como deber del Estado y convertirlos en lucrativo negocio de particulares nacionales e internacionales; para eliminar la banca de fomento con recursos del Estado para prestar a bajos intereses, períodos muertos y largo plazo el sector campesino y productivo, para entregar totalmente el control de la banca al capital nacional e internacional a partir de la desregulación financiera; el abandono de las responsabilidades del Estado con la agricultura campesinas de pan-coger, por la entronización de los monocultivos y de transgénicos; la eliminación de la planeación del desarrollo como responsabilidad ciudadana y del Estado hacia el futuro de los pueblos para someternos a la planificación el gran capital; es decir el neoliberalismo es la negación de las responsabilidades del Estado con el presente y futuro de la sociedad para entregar todas esas posibilidades al sector privado como negocio, relegando al aparato de estado a un fuerte y represivo sistema judicial y militar para que garantice la inversión del gran capital y reprima a la población cuando ejerce o reclama sus derechos.

Definir a este modelo de desarrollo de esta manera en los setenta y ochenta era subversivo, pero los hechos son tozudos y hoy son lugar común de comprensión. En otras palabras, el neoliberalismo es la exacerbación cuantitativa y cualitativa de la acumulación incesante de capital y la expansión de los mercados con los consecuentes niveles de concentración de capital, aumento incesante de la población desplazada del trabajo y de los beneficios de la ciencia y de la técnica con niveles cada vez más críticos de esclavismo y dominación, explotación económica, dominación política opresión social y alienación de los pueblos a través de medios de comunicación masiva, en medio de una voracidad insaciable que ha llevado a niveles nunca vistos de concentración de la riqueza y del ingreso de las naciones; ha sido una etapa crítica de explotación, marginación y destrucción de la naturaleza en el continente y en el mundo.

A partir de Septiembre de 1973, se desencadena una oleada de dictaduras cívico-militares en el Cono Sur y en el Caribe, en el marco del Plan Cóndor de los Estados Unidos, lo que marca la instalación de las bases del régimen político económico neoliberal en América y en el Mundo, alimentados por los Chicagos Boys y el Consenso de Washington, agenciado por los organismos multilaterales de crédito como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El levantamiento popular en Chile:

Si bien el detonador en Chile fue el incremento en treinta pesos chilenos en el pasaje en el metro, ( unos ciento cincuenta pesos colombianos), la consigna más s reiterada en las calles es “No es por 30 pesos, es por 30 años” y de entronización del capitalismo salvaje y despiadado con las mayorias, en torno a temas como:

La desigualdad:

“La desigualdad en Chile se refiere a la desigualdad económica y social existente en Chile, que en 2015 obtuvo el cuarto mayor índice de pobreza relativa a ingresos entre los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), después de Israel, Estados Unidos y Turquía. Cabe destacar que, no obstante a lo anterior, algunos índices dejan a Chile relativamente bien posicionado dentro de América Latina. Pese al crecimiento económico sostenido del producto interno bruto del país, el cual fue de un 5 % real anual promedio desde que Chile regresó a la democracia (es decir, entre 1990 y 2015)3 y a ser una de las economías actualmente más robustas de América Latina, en 2015 Chile tuvo el mayor coeficiente de Gini entre los 35 países de la OCDE, seguido por México, Estados Unidos y Turquía, lo que lo convierte en el país con la distribución de ingresos más desigual de los países de la OCDE, de acuerdo con este indicador.” : Wikipedia:

El escándalos de la corrupción

Es una fase de descrédito acelerada de la política y de las instituciones en general. El germen de la corrupción está arraigado en la opinión pública de Chile, quien ve como diversas administraciones presidenciales y empresas privadas, son salpicadas por decisiones ilegítimas y acciones fraudulentas. En particular el Presidente Sebastián Piñera y su familia aparece con múltiples acusaciones de corrupción desde la dictadura de Pinochet. O el l caso de las farmacias Ahumada, Cruz Verde y Salcobrand, que actuaron en conjunto para incrementar el precio de los medicamentos, así como los financiamientos ilegales en campañas políticas, como con Bachelet o el Caso Penta. Las instituciones no actúan contra los corruptos del Estado pero si contra los ciudadanos del común que no pagan el transporte público lo que ha sido gran detonante de indignación.

El agua como bien privatizado

“Chile es el único país del mundo que mantiene privatizadas sus fuentes de agua desde la dictadura. Allí los empresarios pueden comprar, vender o arrendar agua”, resalta Rodrigo Mundaca, líder del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y Protección del Medio Ambiente. En Chile el agua es un bien nacional de uso público, pero establece que los empresarios privados puedan constituir sobre ella los derechos de aprovechamiento perpetuos.

Escasez en el sistema de salud

La ausencia de hospitales, especialistas, atención primaria para prevenir enfermedades y la reducción de listas de espera, alcanzaron a dos millones de chilenos, por lo que sigue siendo cuestionada. “En Chile solo el 20% de la gente puede pagar por una atención de mejor calidad, pero el 80% de la población tiene que atenderse a través del sistema público. La gente está muy desprotegida”, recalca Gloria de la Fuente.

La educación

La educación básica sigue marcando una distancia entre los ciudadanos, y son pocos los que pueden solventar los costos de una formación de calidad. ‘’La educación básica y media en Chile son espacios de segregación también porque si puedes pagar por una educación básica de calidad, entonces vas a poder acceder a una educación universitaria de buena calidad que te garantiza movilidad social’’. De los sectores populares ni el 10% accede a la educación superior mientras que de las clases altas más del ochenta por ciento si lo logra.

El caos del transporte público

En Santiago La Red Metropolitana de Movilidad, sigue sin satisfacer a la gran cantidad de chilenos que acuden a sus puntos para utilizar el servicio.

El sistema de transporte de Santiago es el noveno más caro en función del ingreso promedio de sus habitantes, según un estudio de la Universidad Diego Portales, y que fue implementada por la ex mandataria Michelle Bachele. Los sectores populares más distantes gastan hasta el treinta por ciento de sus ingresos en transporte personal y familiar.

Sistema de pensiones

Con bajo cubrimiento e inseguro a futuro pues los recurso se los quedan los privados. Las administradoras de pensiones en Chile "son bancos encubiertos de los empresarios más ricos de nuestro país" que utilizan los recursos de pensiones para la especulación financiera y no para mejorar las condiciones de los pensionados.

Régimen tributario regresivo

En que los grandes capitales pagan menos o no pagan mientras que el mayor recurso de impuestos procede del consumo de la población.

El Caso Ecuatoriano:

El levantamiento en Ecuador del 5 al 10 de octubre de 2019, tuvo como detonante la eliminación del subsidio a la gasolina lo que implicaba un incremento en el precio del cien por ciento, con las consecuentes repercusiones en la canasta familiar y demás gastos de la población, sin embargo el problema original fue el paquete de medidas impuesto por el Fondo Monetario Internacional eliminado todos los subsidios y en general favoreciendo al gran capital nacional e internacional, hasta el punto de liberarlo de los impuestos pero por el contrario incrementando toda la carga tributaria sobre la población.

El pueblo ecuatoriano en cabeza de los indígenas logro revocar el decreto de eliminación de los subsidios pero dejó intacta otras medidas del paquete del FMI, lo que ha generado fuertes debates al interior de los sectores indígenas y populares que aún no se resuelven, por lo que es aún un proceso en desarrollo con eventuales levantamientos en un futuro reciente.

Y el caso colombiano?

Comparando las medidas del modelo de desarrollo que más recienten a la población chilena, ecuatoriana o colombiana, existen pocas diferencias, pues es la misma receta de la banca y del capital internacional en su insaciable voracidad a costa de los ingresos y recursos de los pueblos, sin embargo podríamos creer que en Colombia las medidas han sido más agresivas, pues, por ejemplo, mientras la economía informal en Chile está alrededor del 45%, en Colombia es superior al 65%; Chile tiene un PIB Per cápita trimestral de 3.458 euros; el de Colombia en el segundo trimestre de 2019, es decir es mucho mejor el ingreso per cápita en Chile que en Colombia ; En Chile cerca del 8 por ciento de la población tiene pensión, mientras que en Colombia no alcanza al 4%.

Recordemos que Chile tiene una población aproximada de diez y ocho millones de personas mientras que Colombia son cerca de cincuenta millones; el desempleo en Chile es cercano al 7% mientras que en Colombia es del 9.5. La pregunta es y si el modelo de desarrollo económico en Colombia está dejando a un mayor porcentaje de población en la incertidumbre de los ingresos, del desempleo, de pobreza y de miseria, por qué las movilizaciones aún no son de la magnitud y contundencia de Ecuador, Chile o Argentina?.

Una primera respuesta puede ser por que la conciencia y capacidad de lucha de los pueblos no la determina su nivel de pobreza y miseria sino su capacidad de organización y lucha, poniendo de presente que las movilizaciones de Chile fueron espontaneas en lo barrial y popular, aunque iniciaron con los estudiantes, y solamente en su evolución van asumiendo algunos niveles de articulación y de participación de los sectores sociales tradicionalmente organizados como los trabajadores. Por qué ese nivel masivo e incontenible de rebeldía popular no se ha desatado en Colombia?. Podríamos arriesgar algunas hipótesis neconomicas, sociales y políticas como:

1. Economía informal: Porque la economía colombiana flota en los dineros subterráneos ilegales, que en alto porcentaje, quizás superior al cincuenta por ciento alimenta las llamadas economías informas aunque a un muy elevado costo económico de seguridad y convivencia para la población popular. Lo insólito es que el Estado ni la llamada economía legal ni la banca hacen algo por apoyar a estas economías populares del rebusque, sobre las que no existe una línea en el Plan Nacional de Desarrollo del presidente Duque, pero si hacen mucho por capturar esos dineros a través de grandes almacenes, centros comerciales y cadenas de distribución de bienes primarios que están llegando a todos los barrios, lo que muestra la doble moral e hipocresía de los poderosos y gobernantes, quienes no obstante alegar que luchan contra las economías ilegales, al final han diseñado y manejado las estrategias para quedarse con esos capitales.

Otros indicadores económicos son desastrosos para Colombia como son con una balanza comercial deficitaria en más de un veinte por ciento, es decir es mucho más lo que se importa o trae del exterior que lo que se exporta y por des fortuna lo que se exporta no son bienes agropecuarios ni industriales que generen empleo y beneficio para toda la población sino minerales; un déficit presupuestal anual cercano a los veinte billones pesos y una economía productiva en declive, sin embargo el País sobrevive.

2. Política del terror: En Colombia aún no afloran estos multitudinarios levantamientos populares por la política de terror contra las organizaciones y dirigentes sociales, comunales y populares que ha sido política de los partidos políticos y del Estado desde hace muchos años que satanizan, estigmatizan y reprimen toda expresión de reclamación y protesta ciudadana aún en los casos más elementales de ejercicio de derechos. Prueba de esta situación es que Colombia es el País del mundo con el mayor número de dirigentes comunales, sociales, indígenas, campesinos asesinados durante los últimos años, amén de las amenazas, desplazamientos y desapariciones, por el ejercicio de derechos.

Si se comparan las violaciones a los derechos humanos ocurridos durante los regímenes de terror en el Cono Sur del Continente con los ocurridos hasta hoy en nuestro País, los casos colombianos son mucho más numerosos y sostenidos en el tiempo. Una expresión recurrente de esta política del terror de políticos y gobernantes es la expresión “ el que no está con migo está contra mi”, con la que se inicia la segregación, estigmatización y persecución contra ciudadanos y dignatarios comunales y sociales que no acompañan en sus elecciones a los dueños del poder. Una forma recurrente de confrontar a los diferentes en un País que poco sabe de tolerancia ni respeto por la diferencia es acusándolo de subversivo o integrante de algún actor armado ilegal, lo que es un grave gatillo contra los dirigentes comunales y sociales.

3. La cooptación de la dirigencia ciudadana y la corrupción: Adicionalmente, ante la ausencia de estructuras políticas de los partidos para acceder a las comunidades, estos utilizan a las organizaciones y líderes sociales como correas de trasmisión por lo que metro a metro se disputan el sometimiento de los lideres barriales con chantajes o sobornos a través de las llamada OPS o CPS, ordenes o contratos de prestación de servicios por cuantías mensuales equivalentes al salario mínimo o menos, por tres seis o hasta nueve meses, generalmente con recursos de libre inversión de los municipios.

Los ejecutivos entregan un número de OPS a los miembros de corporaciones públicas y políticos para que sometan por estos períodos de elecciones a los dirigentes barriales como puntos de apoyo incondicional a sus campañas. Según un estimativo aún en estudio, anualmente los municipios y departamentos de Colombia pueden estar gastando cerca de tres billones de pesos en esta modalidad de control y sometimiento de la dirigencia barrial y ciudadana, lo que en parte puede explicar el bajo compromiso de muchos de estos sectores con las verdaderas luchas sociales, lo que ha llevado a que parte fundamental del quehacer de estos dirigentes sea la relación con el Estado y la clase política versus la organización y movilización de las comunidades en torno al conocimiento y ejercicio de sus derechos.

Estas OPSs o CPSs, que son el más grande desfalco legal de los recursos del Estado con destino al mantenimiento en el poder de las castas gobernantes corruptos, mañosos, mediocres y tramposos y hasta mafiosos y criminales que controlan el mapa electoral del País, realidad poco auscultada.

4. Medios de comunicación masiva: En Colombia los grandes medios de comunicación masiva televisión y radio, son del control de los poderes económicos y políticos, e instrumentos del Estado para defender la llamada institucionalidad, en realidad institucionalidad corrupta y antidemocrática.

En un País en que en promedio cada persona pierde más de seis horas viendo televisión, es evidente su poder alienante, por ejemplo, recientemente ante importantes movilizaciones estudiantiles contra la corrupción, centran su información en eventuales actos de violencia, muchas veces generados por los propios agentes del Estado, para desfigurar y satanizar la organización, movilización y protesta ciudadana.

Igual hacen con los paros de los maestros, de los trabajadores, de los indígenas, campesinos y con toda forma de inconformidad y movilización ciudadana. Ante la emergencia de medios de comunicación alternativos y redes sociales, pareciera que algunos de estos grandes medios en sus estrategias de supervivencia tienden a dar vocerías al querer ciudadano y a sus derechos, pero aún con mucha timidez.

En concusión, en Colombia estamos ante una clase gobernante nacional y territorial, a la vez que astuta e inteligente, corrupta y criminal dispuesta a hacer todo, aún lo ilegal para mantenerse en el poder, pero esto no la hace invencible, aunque si que la lucha sea más compleja y demorada porque al final siempre los pueblos imponen sus condiciones, lo importante es que esa evolución sea lo menos violenta posible por lo que la debemos tratar de ceñir al ejercicio de los derechos, aunque de hecho ya ha sido muy costosa para las organizaciones sociales y demócratas.

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