
La Economía Del Rescate Oficios Que Nunca Duermen En La Ciudad
Cuando cae la noche y gran parte de la ciudad entra en reposo, hay un pequeño grupo de trabajadores que comienza su turno. Son parte de lo que algunos llaman “la economía del rescate”: oficios silenciosos, operativos 24/7, que sostienen la ciudad cuando nadie más lo hace.
Paramédicos, conductores de plataforma, vigilantes, enfermeros, técnicos eléctricos, cerrajeros. Todos comparten algo en común: trabajan cuando el resto duerme, y su labor suele pasar desapercibida… hasta que alguien los necesita con urgencia.
“Una llave perdida a las dos de la mañana o una cerradura que se traba, un vehículo cerrado con las llaves dentro o una llave con chip que no responde a los comandos; es ahí cuando nos llaman”, explica uno de los trabajadores de Cerrajería Barranquilla Elite, empresa que opera de forma continua los 365 días del año.
Oficios vitales, poco visibilizados
En un contexto de urbanización acelerada, donde las dinámicas laborales y sociales se han flexibilizado, la necesidad de servicios 24/7 ha aumentado. “La ciudad ya no duerme como antes. La gente trabaja en turnos rotativos, viaja de madrugada, sale tarde de eventos o simplemente vive con horarios más abiertos”, comenta Diana Silva, socióloga urbana de la Universidad del Atlántico.
Esto ha obligado a muchos oficios a adaptarse. La cerrajería es uno de ellos. Ya no basta con estar abierto en horario comercial: la competencia por la atención inmediata y la reputación confiable ha convertido a algunas cerrajerías en auténticos cuerpos de respuesta técnica.
Cerrajería Barranquilla Elite, por ejemplo, no solo responde llamadas de madrugada; también trabaja con flotas de taxis, compañías de seguro, empresas de transporte y familias que necesitan resolver una situación de emergencia fuera de horario habitual.
Historias reales, soluciones inmediatas
Uno de los casos relatados por el personal técnico de Elite ocurrió hace unos meses, cuando una mujer llamó desde una clínica del norte tras perder la llave de su auto, el vehículo usaba encendido electrónico y no respondía al sistema de proximidad. En menos de una hora, un cerrajero especializado logró programar un duplicado funcional en el lugar.
Historias como esta abundan entre los trabajadores de la economía del rescate. El problema puede ser un cortocircuito, un vehículo averiado, una cerradura atascada o una caída médica. Lo que importa es la respuesta.
¿Quién cuida a quienes nos cuidan?
Aunque sus servicios son esenciales, muchos de estos trabajadores operan de forma independiente o bajo esquemas informales, con pocas garantías. El acceso a seguros, condiciones laborales adecuadas o reconocimiento social todavía es bajo, pese a la importancia de su labor.
“Son los invisibles de la noche”, concluye Silva. “Sin ellos, la ciudad simplemente no funcionaría fuera del horario de oficina”.