Esta labor, que se ejecuta a través de la Agencia Distrital de Infraestructura-ADI-, se lleva a cabo en los puntos más neurálgicos y críticos de los cauces, teniendo en cuenta que son los lugares donde la acumulación de materiales sólidos puede ocasionar represamientos y, como consecuencia, inundaciones.
En los puntos en los que actualmente se adelantan las labores de limpieza se han recolectado 1.557 toneladas de basura y material sólido y unos de 6.600 metros cúbicos de sedimentos.
Arroyo Don Juan
En la limpieza de los arroyos de Barranquilla, el Don Juan tiene un lugar preponderante. De 4.5 kilómetros de longitud, como límite natural de Barranquilla y Soledad y, especialmente, porque su desembocadura está cerca a la bocatoma del acueducto de ambas ciudades, su estado es de vital importancia. A corte del 7 de abril, y de manera conjunta con Triple A, se han limpiado 3,7 kilómetros de diferentes sectores del cauce. En estos se han recolectado, transportado y dispuesto un aproximado de 1.350 toneladas, correspondientes a 1.200 metros cúbicos de residuos sólidos.
En el tramo comprendido entre la calle 45 Murillo y la calle 46 se hizo remoción manual. Con equipos mecánicos se realizó la limpieza en los sectores del barrio Salcedo, calle 30 hasta Simón Bolívar y en Las Cayenas y Los Girasoles, en la calle 49 con carrera 8B Sur, los cuales siguen en ejecución, al igual que la operación en el sector de Brisas del Rio, barrio El Ferry, en la dársena y desembocadura del arroyo.
En arroyo León
El arroyo León es otro de los canales importantes de la ciudad y es donde desembocan los caudales de la cuenca suroccidental. Los residuos que transporta van a parar a la trampa, ubicada en el municipio de Puerto Colombia, en cercanías de Lagos de Caujaral, la cual resguarda al tesoro natural de Barranquilla, la ciénaga de Mallorquín.
En el recorrido del León se desarrollan constantemente acciones preventivas para evitar que la cantidad de basura que recoge a lo largo de su trayecto provoque represamientos en diferentes sectores.
Además de la trampa, el otro punto crítico del arroyo León se encuentra en la carrera 38 con Circunvalar, vía a Juan Mina. En las últimas semanas, en ese sector se han retirado 3.000 metros cúbicos de sedimentos.
Una cantidad similar, 3.600 m3 de sedimentos y basura, se ha logrado extraer de la trampa, en el tramo de la carrera 46, Vía al Mar, y carrera 51B. En ambas secciones, la sedimentación impide su capacidad hidráulica frenando el flujo de la corriente de agua.
En La Cordialidad
Los arroyos Las Malvinas, Santo Domingo y Las Américas fueron intervenidos en el punto donde convergen, antes y después del puente de La Cordialidad, aguas arriba y aguas abajo.
En solo ese lugar se retiraron 64 toneladas de basura, residuos sólidos orgánicos e inorgánicos y sedimentos.
Rejillas del arroyo Hospital y de la 21
La acción institucional de la Alcaldía de Barranquilla también se llevó a cabo en el barrio Rebolo y en la carrera 21, donde el equipo ADI se encontró con el taponamiento casi total de las rejillas de desagüe de los arroyos Hospital y de la 21.
Entre los 2 sectores se extrajeron, aproximadamente, 43 toneladas de residuos sólidos que, de no haber sido retirados hubieran causado graves afectaciones a esos sectores.
“Todo lo que desde la Alcaldía estamos haciendo es con el único objetivo de proteger la vida, honra y bienes de los ciudadanos más pobres y vulnerables, Mitigar las consecuencias del invierno es un mandato del alcalde Jaime Pumarejo”, sostuvo el gerente de la ADI, Alberto Salah Abello.
A corte de la tercera semana de marzo, se estimaba que, en las soluciones hidráulicas de la ciudad, es decir, los cauces canalizados, canales naturales, cunetas, encoles, descoles, box culverts y rejillas de desagüe, había 164.000 m3 de basuras y residuos sólidos. Estos equivalen, aproximadamente, a 10.300 cargas de materiales en volquetas de 16 m3.
Es una corresponsabilidad
Si bien el Distrito de Barranquilla y Triple A han desarrollado la limpieza de arroyos, canales y rejillas de las canalizaciones, lo cierto es que en esta acción el ciudadano tiene un papel protagónico. Las malas costumbres, las erráticas prácticas y los hábitos arraigados en su comportamiento cuando inicia la ola invernal (arrojar las basuras a las calles o arroyos), deben ser erradicadas de raíz.
Aunque arrojar basuras en sitios no permitidos acarrea multas, lo importante es que la comunidad entienda que debe cambiar el comportamiento frente al tema de basuras. Una de las primeras acciones es sacar los residuos solo en los días y horarios establecidos por la Triple A. Además, es de suma importancia no contratar los carros de mula o carretilleros para evacuar basura o escombros porque, al final, estos son, casi siempre, arrojados a los cauces de los arroyos, utilizándolos como basureros a cielo abierto.
Cabe recordar que la multa por arrojar basura, inservibles, escombros o cualquier otro tipo de desechos a los arroyos es hasta $900.000.
Las podas, desechables, tierra, hojas, inservibles (muebles viejos y colchones), llantas, papel, comida en mal estado y basura en general, es lo que más se encuentra en los cauces de los arroyos, los cuales producen contaminación y son focos de enfermedades que afectan, en especial, a los niños y adultos mayores de los sectores circunvecinos de los arroyos.