
Unigermana llega a territorios invisibles con educación superior
En medio de una crisis social por abandono institucional y pocas oportunidades para jóvenes de las regiones, Unigermana decide actuar y lleva educación superior a lugares donde nunca antes existió una universidad, con un enfoque transformador, inclusivo y humano.
Desde veredas olvidadas en el Vichada, comunidades afectadas por la violencia en el sur de Bolívar, zonas rurales del Chocó, centros penitenciarios, barrios periféricos de Bogotá y áreas sin cobertura educativa en Putumayo, Unigermana abre caminos reales para cientos de jóvenes de estratos 1, 2 y 3, históricamente excluidos del acceso a la formación profesional.
Este modelo va más allá de lo académico: es un acto de justicia social. La universidad ofrece programas virtuales adaptados a contextos vulnerables y desarrolla proyectos que impactan directamente la vida de las personas, como la reciente donación de un sistema de cultivo hidropónico a un centro penitenciario en Cundinamarca, donde internos que soñaban con sembrar esperanza hoy cultivan su futuro.
“Estamos llegando a donde nadie más quiere llegar. No con discursos, sino con oportunidades reales”, afirma el rector Eduardo Behrentz, quien encabeza una de las agendas más innovadoras en educación superior de impacto social.
Con esta estrategia, Unigermana no solo forma profesionales, sino que reconstruye tejido social, conecta a jóvenes con trabajo digno, fortalece redes comunitarias y genera transformación desde el territorio.
La misión de la institución es llevar educación superior a los bordes del país, en un momento en que miles de jóvenes abandonan sus estudios por falta de recursos, desplazamiento forzado o ausencia de cobertura.
Este enfoque ha despertado el interés de líderes comunitarios, gobiernos locales y actores del sistema educativo por su capacidad de llegar sin burocracia a donde el Estado no llega.