Medios locales reseñaron que el Consejo se extendió por cuatro horas y media y de allí derivaron algunas “medidas extraordinarias” que habría tomado el Ejecutivo, para poner fin al Paro Nacional que cumple 12 días, así como también a las marchas, disturbios, bloqueos de vías, vandalismo y enfrentamientos que han tenido lugar en el país durante ese período.
Previamente, el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, rechazó los hechos de violencia que se registraron en Bogotá y otras ciudades del país, así como también llamó a preservar el orden público en todo el territorio nacional.
En vista de la situación, a la reunió asistió el director de la Policía, general Rodolfo Palomino, quien entregó un balance pormenorizado de los diferentes hechos de alteración del orden público que se registraron este jueves.
En Bogotá, la marcha pacífica en apoyo al paro agrario fue interrumpida después del mediodía, cuando al menos 200 encapuchados pasaron de las arengas y los carteles en contra del Gobierno a la confrontación violenta contra la Policía, los disturbios y el saqueo de locales comerciales.
El alcalde Gustavo Petro confirmó, a través de la red social Twitter, la muerte de dos personas, como consecuencia de estos incidentes. La primera víctima fue un joven de 16 años en el sector de La Gaitana, al norte de Bogotá, mientras que la segunda falleció ya en horas de la noche, en la localidad de Engativa (noroeste).
Debido a la situación, el burgoamestre decreto toque de queda en cuatro localidades -Suba, Engativá, Bosa y Ciudad Bolívar- hasta las 05H00 del viernes (10.00 GMT), para evitar nuevos enfrontamientos y más víctimas fatales que lamentar.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ofreció recompensas de hasta un millón de pesos (más de 500 mil dólares) para quien de información acerca de los vándalos que protagonizaron los desmanes.
La nación suramericana atraviesa una difícil situación, desde que 12 días atrás diferentes sectores de la sociedad decidieron protagonizar un paro por tiempo indefinido, para rechazar las políticas neoliberales del Gobierno, demandar mejores salarios y el reconocimiento de los derechos del sector agrario.
Las protestas y el bloqueo de importantes arterias viales han impactado en la población, generando desabastecimiento y un incremento de precio en los alimentos, en más de decena de departamentos y, especialmente, en la capital.
“Estamos sufriendo la peor crisis y la peor ruina en toda nuestra historia”, han expresado varios líderes campesinos, quienes ratifican que seguirán en paro hasta lograr una gran mesa de diálogo nacional de donde salgan acuerdos serios y contundentes.