En su discurso de posesión destacó su origen humilde, su juventud y el trabajo permanente con este sector de la población. “Hago parte de una generación que decidió llegar a la política para cambiar la política. Allí en la tierra de la libertad, defendiendo la educación, luchando por un mejor país desde las ideas, la no violencia, la alegría y la utopía. Una generación que le da la razón al Presidente Gustavo Petro cuando afirma que Colombia es uno de los países más desiguales del planeta”.
Salamanca expresó que los colombianos “no podemos renunciar a nuestro derecho a vivir sin miedo y la paz con justicia social debe ser un propósito colectivo irrenunciable. Como la gran mayoría de los colombianos pensamos que es inaceptable que en nuestro país cada año se pierdan más de 50 billones de pesos en manos de la corrupción. Los recursos públicos son sagrados”.
Planteó que “hay que incluir al millón de hogares campesinos que hoy NO tienen tierra para cultivar, y brindarles las garantías para que aquello que producen pueda competir ante la avalancha de productos importados que hoy los tienen en quiebra”.
Consideró que debe ser un punto de encuentro el “brindarle oportunidades a los 3 millones de jóvenes que hoy no estudian ni trabajan. Los jóvenes son el presente de Colombia. Hacemos parte de un proyecto colectivo que entiende que debemos escuchar también a los empresarios y emprendedores que son el motor de la economía, reconociendo que sin ellos no podremos construir un país con oportunidades para todos”.
“Soy Jaime Raúl Salamanca, un hombre común y corriente. Creo en Colombia. Creo en la humanidad, a pesar de tantas cosas malas, aún creo. Se que Dios no nos dejará solos. Nuestro reto será que el Congreso escuche y llegue a los territorios y que sea la voz de las regiones; escuchar y atender los reclamos justos de las mujeres, de las y los trabajadores, de los ambientalistas, de los profesores, de las minorías, de quienes han invertido y creído en nuestro país, de las voces críticas al proyecto alternativo del Presidente Gustavo Petro, a quienes votamos por él y lo seguimos apoyando, a toda la sociedad en su conjunto”, precisó en otro de los apartes de su discurso.
De forma contundente sostuvo que: “Debemos reconocer las luchas que ha dado cada bancada en este recinto, que son totalmente legítimas. A los partidos de Gobierno, que representan a las minorías históricamente excluidas de nuestro país y a quienes nos deben hacer parte de la solución de los problemas del país. La búsqueda de una sociedad más equitativa es una lucha que nos debe unir a todos. A la independencia, que reconoce la necesidad de un cambio, y que reivindica una voz crítica y propositiva frente a las transformaciones sociales. Estén tranquilos, defenderé un congreso independiente, eso hice como Presidente de la Comisión Sexta. Habrá Control Político”.
Envió otro mensaje muy concreto. “A los partidos mayoritarios cuyas posiciones también le han ayudado al país y en donde doy fé hay congresistas muy valiosos, sin cuyo trabajo y aportes ningún cambio real será posible. Los invito a seguir construyendo desde la diferencia. A las bancadas en oposición, su voz es fundamental para la democracia. Tengan la seguridad de que a todos aquí nos une la defensa del Estado Social de Derecho, de nuestra fuerza pública, y de la colaboración armoniosa entre lo público y lo privado. A las bancadas minoritarias cuya voz tendrá mayor peso en esta legislatura, pues sus procesos y sus historias de vida, sus causas son tan o más importantes que muchas otras que acá mismo tienen asiento. Colombia somos todos”.
Consideró que “nuestra tarea es grande, devolverle la confianza a los colombianos en sus instituciones, en la política, en lo público. Acá hay mucha gente buena y valiosa. Se que podemos. No podemos pasar por alto las preocupaciones de la sociedad. Debemos proteger la independencia y la efectividad de la justicia, así como defender firmemente los valores que sostienen nuestra sociedad: la libertad de prensa y de pensamiento, la protesta pacífica y las garantías para la participación ciudadana”.
Y en un mensaje al presidente Gustavo Petro le indicó que: “Desde este escenario quiero decirle que persista en los acuerdos. Es el consenso el camino para construir las grandes Transformaciones que nuestro país exige. Cuente conmigo para este propósito ministro Juan Fernando Cristo. Necesitamos de todos, del ejecutivo, del Congreso, de la Rama Judicial, y lo más importante, de una sociedad civil activa, crítica, exigente, que no nos deje solos, que nos diga hacia dónde debemos caminar”.
Salamanca aseveró también que: Aunque no creo que sea un buen momento para una nueva Constitución, creo en el poder constituyente del pueblo colombiano. La Constitución de 1991 nos recuerda que es posible ponernos de acuerdo entre diferentes. Tenemos el deber ético de construir un Gran Acuerdo Nacional en el que podamos darle, entre todos, una esperanza de que otro mundo es posible. Compañeras y Compañeros Congresistas démosle ejemplo al país, no dividamos más a Colombia. Estoy seguro de que es más lo que nos une que lo que nos separa”.