
Presidente Petro reveló contactos con China para crear ejército de paz que detenga el genocidio
Al cierre de su agenda en Nueva York, el presidente Gustavo Petro anunció que ha planteado a varias delegaciones —entre ellas la de China— su propuesta para crear, mediante la Asamblea General de la ONU, un “ejército de paz” que intervenga en Gaza para detener lo que calificó de genocidio, ante la supuesta ineficacia de la diplomacia tradicional.
El mandatario sostuvo en el evento “Nuestra humanidad, nuestra responsabilidad” que las gestiones diplomáticas y los discursos, incluido el suyo ante la Asamblea General, han demostrado ser insuficientes: “La diplomacia hoy no sirve para nada. Todos los discursos… ya no sirven”, afirmó Petro, para quien las palabras y las manifestaciones comienzan a mostrar ineficacia frente a la violencia en la Franja.
Petro recordó que el Consejo de Seguridad ya había ordenado detener la barbarie en Gaza, pero que esa petición quedó sin efecto por el veto de Estados Unidos. En esa línea explicó que reconocer a Palestina como Estado no basta “si le van a caer bombas encima”.
“La palabras hoy sobran, aunque hay que pronunciarlas; las manifestaciones empiezan a tener ineficacia, aunque hay que continuarlas y agrandarlas”, sostuvo el presidente, y agregó que hace falta “eficacia para detener a Netanyahu”, a quien responsabiliza por la continuidad de la ofensiva israelí.
El jefe de Estado cuestionó además que, pese a órdenes de captura de organismos internacionales, el primer ministro israelí circule libremente por Europa y Estados Unidos: “No es posible que haya una orden (de captura) de un órgano de justicia legítimo y mundial y Netanyahu se pasee… como si nada”, dijo.
Frente a ese panorama, Petro planteó configurar lo que llamó un ejército de salvación para Gaza, bajo el lema “Unidos por la Paz” (United for Peace). Explicó que la vía sería una resolución de la Asamblea General que, con el voto favorable de las tres cuartas partes de los Estados miembros, ordene a la ONU organizar la fuerza: “No seremos nosotros, serán las Naciones Unidas. Será orden de la humanidad a Naciones Unidas. Y no hay veto, porque es la Asamblea General de las Naciones Unidas”, precisó.
El presidente añadió que quienes voten a favor tendrían la obligación de colaborar con la conformación y el despliegue de la fuerza. Incluso propuso —por analogía con contingencias pasadas— abrir listados de voluntarios de cada país, incluyendo colombianos dispuestos a participar. Señaló que Indonesia ofreció 20.000 efectivos y que ha habido conversaciones con Malasia y Pakistán. “Y hoy le dije de frente al delegado chino: si ustedes arrancan, lo tenemos ya, ya está listo”, aseguró Petro.
Petro defendió que el propósito del ejército no sería aumentar la violencia sino disuadirla: “Un ejército que no es para matar, que no se hace para aumentar la lista de tantos muertos que ya tenemos, sino para disuadir. En primer lugar, disuadir el genocidio y frenarlo”, manifestó.
En su intervención el mandatario responsabilizó directamente a los ejércitos de Estados Unidos e Israel del genocidio en Gaza. “Se está produciendo un genocidio en Gaza por el ejército de los Estados Unidos y el ejército de Israel, y son jóvenes, son tan jóvenes como los soldados y patrulleros de Colombia”, señaló, al tiempo que planteó que la composición del ejército estadounidense ha cambiado respecto a conflictos anteriores.
Petro sostuvo que hoy “tenemos dos ejércitos poderosos”: uno pequeño pero bien equipado y entrenado —el de Israel— y otro numeroso y, en su descripción, casi compuesto por mercenarios —el de Estados Unidos—, además de apuntar a la presencia de voluntarios de diversas nacionalidades en filas extranjeras.
El presidente concluyó que solo la existencia de una fuerza capaz de contraponerse podría inducir a Estados Unidos e Israel a negociar, pues, en su visión, “solo si Estados Unidos e Israel entienden que hay un ejército más poderoso que los puede enfrentar allá en Palestina, se sentarán a negociar”.
La propuesta, que Petro presentó como una alternativa a la diplomacia tradicional, abre ahora un debate internacional sobre la viabilidad política y legal de ordenar a la ONU la creación de una fuerza de esas características y sobre la disposición real de países clave a contribuir logística, material y humanamente a tal iniciativa.